SÍNDROME DEL EMPERADOR
El “Síndrome del emperador” se da cuando los hijos maltratan a sus padres. Ellos nos son mayores de edad pero son los jefes de la familia, y aunque no son delincuentes comunes, pegan, amenazan, roban, agreden psicológicamente.
Los expertos dicen causas genéticas, familiares y ambientales que ayudan a desarrollar este síndrome.
Según Carlos Peiró, psicólogo de la Unidad de Orientación a la Familia de la comunidad de Madrid dice “el abandono de las funciones familiares, la sobreprotección y sobre exigencia simultáneas, los hábitos familiares determinados por la escasez de tiempo, la ausencia de autoridad, la permisividad y, sobre todo, la falta de elementos afectivos, como la calidez en la relación con los hijos. Se les educa más en otros entornos sociales que en la familia, algo que no ocurría hace tan sólo una década”
Según Vicente Garrido Genovés, no solo la permisividad y la ausencia de autoridad dan este fenómeno, ya que dice que un padre permisivo tiene un hijo caprichoso pero no violento. El asegura que hay causas biológicas y sociológicas.
Las madres son las principales victimas
Hay muy pocos estudios, aunque los expertos afirman que se da más en familias monoparentales.
En un informe que elaboro el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat de Cataluña, se asegura que la madre es la victima en el 87% de los casos y que no solo recibe agresiones físicas sino también verbales, además un 13,8% utilizaba armas como cuchillos o similares para intimidar, y la edad media de este síndrome es de unos 16 años y se da mas en hijos adoptivos.
Para detectar un síndrome del emperador tiene que darse:
- Incapacidad para desarrollar emociones morales auténticas (como la empatía, el amor, la compasión...)
- Incapacidad para aprender de los errores y de los castigos
- Conductas habituales de desafio, mentiras y actos crueles hacia hermanos o amistades.
Para enfrentarse a este síndrome se debe:
- Desarrollar las emociones morales y la conciencia con los hijos, dándoles oportunidades para que practiquen actos altruistas y que extraigan lecciones morales
- Establecer límites que no toleren la violencia y el engaño
- Prestar ayuda para que desarrollen habilidades no violentas que satisfagan su gran ego.